Talento Sénior

14 Buenas prácticas para realizar entrevistas de trabajo al talento sénior

24/07/2019

POR MAYTE GARCÍA CANEIRO

Existen muchos posts y artículos con recomendaciones dirigidos a las candidatas y los candidatos. Por eso, y por supuesto, desde el respeto y la intención constructiva y positiva, me gustaría en este artículo lanzar 14 buenas prácticas para realizar entrevistas de trabajo al talento sénior.

Me dirijo tanto a los técnicos y las técnicas de selección como a personas con esa responsabilidad en un momento puntual, dentro de su empresa, sobre todo cuando tengan delante a un perfil sénior.

El 40% del total de las personas paradas tiene más de 45 años.

Empecemos por el principio. Es una realidad avalada por los datos, las encuestas y las estadísticas. En la última EPA (Encuesta de Población Activa) vuelve a aparecer que  el número total de desempleadas y desempleados mayores de 45 años asciende ya a 1,3 millones, cerca del 40% del total, y de ellos, más del 50% lleva más de dos años buscando empleo.

A esta forma de discriminación laboral alude el «edadismo», un término acuñado por el psiquiatra Robert Butler, experto en envejecimiento.

Se sabe además que más de la mitad de las personas desempleadas cree que no encuentra trabajo debido a su edad.

Factores estresantes externos e internos.

Este contexto exterior es un factor estresante lo suficientemente importante, como para que las personas que se encuentran dentro de este colectivo y en situación de desempleo, vean mermadas las competencias emocionales que tienen que ver con su autoconcepto y autoestima. Por no hablar de otras circunstancias personales, como tener familiares a cargo, préstamos, hipotecas.

A ello se le suma la frustración de aplicar a cientos de ofertas de trabajo de las que sólo reciben un silencio sepulcral o un email tipo, en el que se les comunica que han sido descartados de un proceso de selección en el que ni siquiera han participado.

Y así, un día tras otro, ven pasar las hojas en el calendario mientras no se apartan del móvil ni un momento, impacientándose y obsesionándose con esa llamada que nunca llega. Esa llamada en la que se les convoca para acudir a una entrevista de trabajo.

En el otro lado de la entrevista de trabajo.

Y luego, en el otro lado de la entrevista de trabajo están las y los responsables de selección. Yo he estado ahí y esa situación me ha ofrecido una visión muy amplia de lo que sucede en ese intercambio de información. Un intercambio que, además, da lugar a muchas conversaciones y comentarios críticos a través de las redes sociales por parte de candidatos y candidatas disgustadas.

No pretendo ni defender ni acusar a nadie, pero cuando surge una vacante, por lo general, el o la responsable de selección es la persona encargada de redactar la oferta de empleo y de realizar el proceso de selección.

Siempre o casi siempre, lo hace en base a unos parámetros y a unos requerimientos previos marcados por el dueño de la organización o por la o el mánager del departamento, dependiendo del tamaño o estructura de la empresa.

Si desde ahí se establece que la edad es un factor a tener en cuenta, es decir, un factor que descarte, el propio curriculum ya no se valora y ese candidato no avanza en el proceso de selección. En definitiva, no se le llama para una entrevista de trabajo.

Por lo tanto, cuando un o una sénior ha sido convocada a una entrevista, suele querer decir, que va a ser tenido en cuenta por su perfil profesional y por su experiencia, y su edad, en principio, no será un parámetro que le perjudique.

Sin embargo, también es justo decir que la entrevista de trabajo, tal y como la conocemos hasta ahora, es probablemente una de las situaciones más estresantes que existen y a la que se tienen que enfrentar personas desentrenadas en esta práctica. Llevan décadas trabajando en la misma empresa, y sometidas a la enorme presión de creer que esa “entrevista” es quizás su última oportunidad para demostrar que siguen estando en forma.

De la entrevista de trabajo a la conversación.

Estamos siendo testigos de los cambios tan rápidos que nos trae la transformación digital en esta nueva era del conocimiento.

Parece evidente y necesario también un cambio y una adaptación en lo que a las herramientas y procedimientos se refiere y que hasta ahora se han utilizado en los procesos de selección.

Creo que la entrevista de trabajo como hasta ahora la hemos conocido, la entrevista tradicional, está agonizando. Ya no se justifica en mi opinión, la rigidez, el hermetismo y los patrones utilizados hasta el momento.

La comunicación es la clave, una comunicación que fluya y navegue en ambas direcciones y que facilite la transmisión, el registro e interpretación más adecuada.

La conversación llega, se muestra y demuestra obtener unos resultados más acordes con lo que se espera. La conversación dialoga y pregunta desde el interés, desde la curiosidad, desde la observación, desde la ausencia de prejuicio, desde la comprensión, y se opone a la entrevista inquisidora que obtiene respuestas enlatadas y prefabricadas.

14 Buenas prácticas para realizar entrevistas de trabajo al talento sénior.

Y a partir de todo esto, y de mi propia experiencia, he extraído 14 buenas prácticas para realizar entrevistas de trabajo al talento sénior, aunque en realidad, son tan de sentido común, que evidentemente, son válidas para cualquier persona. De hecho, éstas, y muchas más:

  1. Intenta liberarte de prejuicios y entrar a conversar con ese candidato/a sin hacer presuposiciones sobre lo que puede o no puede hacer.
  2. Cuestiónate las creencias limitantes del tipo: “Las personas mayores de 45 años no quieren trabajar”, “El talento sénior no quiere aprender ni adquirir nuevos conocimientos”, y otros que puedes ver en este enlace: https://www.fundaciontriangle.org/blog/talento-senior-10-prejuicios-que-tiene-la-empresa-en-la-contratacion/. Hazte la pregunta: ¿Estas creencias son verdad, absolutamente ciertas en todos y cada uno de los casos?
  3. Piensa que tienes enfrente a una persona que quiere trabajar y a la que no conoces y olvida su edad, que no es más que un número en su carnet. ¿Qué te transmite? La actitud es uno de esas habilidades y virtudes que nunca envejecen.
  4. Ten presente en todo momento que sois iguales, pero por circunstancias, la vida os ha puesto en lados opuestos de la mesa. Tu humildad y empatía sinceras, abrirán sus compuertas y se mostrará tal y como es. A lo mejor mañana el que está a ese lado eres tú. ¿Cómo te gustaría que te tratasen?
  5. Transforma la entrevista en una conversación, incluso díselo al principio. Tu candidatoo candidata se relajará por el simple hecho de cambiar esta palabra.
  6. No le hagas preguntas para pillar. No dejes de respetarle en ningún momento porque tensarás la situación y se cerrará en banda.
  7. Está nerviosa o nervioso porque quiere ese trabajo. Párate un momento a pensar en ello, en la importancia y trascendencia de ese momento para él o para ella y no lo pierdas de vista.
  8. Explícale con transparencia las fases del proceso de selección y la evolución del mismo.
  9. No le hagas sentir que es el favorito aunque lo sea y no generes falsas expectativas, porque eso incrementaría notablemente su decepción si finalmente no es el seleccionado, además de una terrible confusión.
  10. Nunca le hables como si ya estuviera dentro de la empresa. Evita hablar en plural porque eso le hará ilusionarse.
  11. Si le das una fecha en la que sabrás algo del proceso, procura cumplirlo, y si no sabes nada todavía, comunícaselo al menos con un email.
  12. Si no resulta ser seleccionada o seleccionado, y ha pasado por una o varias entrevistas, ten el detalle de escribir dándole las gracias por su tiempo e interés porque lo valorará mucho. Si además le ofreces un feedback objetivo de su entrevista, te adorará.
  13. Si se te ha olvidado llamar o escribir para decirle que su candidatura ha sido rechazada y te escribe para preguntar, por favor, responde a esa persona, discúlpate con él o ella y agradécele su comprensión.
  14. Cuida tu marca personal y también la de tu empresa no dando la callada por respuesta, porque, no te quepa duda de que lo negativo siempre tiene más repercusión que lo positivo y eso irá en tu contra y generará una pésima imagen de tu empresa.

Quiero terminar diciendo que estoy absolutamente convencida de que muchos y muchas profesionales siguen éstas y otras buenas prácticas. Ojalá que llegue el día en que se conviertan en hábitos.

 

2 Comentarios

  • Responder Enrique Seara 05/08/2019 at 10:50

    Buen artículo Mayte, tiene contenido, gracias por tu aporte

    • Responder Fundación Selectiva 08/10/2019 at 16:40

      Muchas gracias, Enrique. Nos alegramos que te haya gustado el contenido de este post.
      Un saludo,

      Fundación Selectiva

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